miércoles, 16 de mayo de 2012

YA ESTAMOS EN MALLORCA

16 de mayo de 2012

Acabamos de llegar a Mallorca, esta singladura llega a su fin.
No tengo tiempo ahora de redactar el día de hoy, lo haré más adelante.
Tengo fotos y videos por colgar, lo haré en los dias posteriores cuando tenga algo más de tiempo.
De momento y como punto y aparte os dejo este cuento. Lo escribí hace unos años, pero creo que este es su sitio.

EL RAYO VERDE

De entre las montañas del oeste, aquellas que todas las tardes acogen dentro de si al sol, que ya cansado después de todo un día irradiando su voz y su fuerza se retira a descansar, de entre sus picos más altos y sus collados más curvos, de entre sus riscos, lomas, crestas y mar de piedras lajadas, … , de entre ellas y solamente de ellas surge la luz del rayo verde.
Cuenta una antigua leyenda, tan antigua que hasta la voz de la persona que la narra, suena a vieja, que el rayo verde es la última luz que el sol, en el último instante en el que se esconde detrás del horizonte, en ese instante en el que la luz y la sombra se funden en un elemento innombrable, en el que el día pasa por un estado instantáneo e impronunciable a ser noche, en ese espacio de tiempo que de tan corto y breve no da tiempo ni a ponerle un nombre, es cuando aparece el rayo verde.
Dicen, que ese rayo, es la manifestación de la esperanza en un estado físico pero etéreo, es el símbolo de lo que todos y todas creemos en lo más hondo de nuestro ser que lo que no puede ser será, que lo imposible cobra vida, y que la vida supera a lo imposible.
Dicen, que si una vez, solamente una vez llegas a ver ese rayo verde, el más hondo deseo que celosamente guardamos en nuestro yo cobrará vida, y que al cobrar vida, tu estado más íntimo pasa a ser la locura creada que te transporta a la felicidad.
Dicen, que tus ojos, sean del color que sean, al impregnarse de ese verde infinito, al contemplar aunque solamente sea en ese infinitesimal instante el rayo de los rayos del sol, se vuelven de un color verde tan intenso que al mirar al mundo y a las personas, transmiten a todos los seres mirados, paz, sosiego, calma, pasión, vida y energía en estado puro.
Y dicen, que aquella persona que haya visto el rayo verde, que haya contemplado por una sola vez, por un solo espacio de tiempo breve e incompleto ese maravilloso y extraño rayo de sol, no vivirá a partir de aquel día más que para contar aquello que vio, para transmitir a todo ser que conozca la experiencia vivida, y para transmitir, como dicen los antiguos, el más puro deseo de que aquellas personas que escuchen la historia del rayo verde, solamente vivan para poder llegar a ver, en ese instante tan breve que de tan breve no tiene ni nombre, el rayo verde.












TRAVESIA HACIA CABRERA


15 de mayo de 2012

Hoy por la mañana todavía hemos podido disfrutar un poco de las motismos. Todavía nos ha dado tiempo de dirigirnos con ellas a una de las calas para tomar un café antes de devolverlas. A eso del mediodía regresamos al barco. Por cierto, de ayer se me olvidó comentar que tuvimos la clásica aventura con el dingi (la pequeña barca auxiliar con motor fuera borda que se utiliza para los desembarcos).

Cuando regresamos al Victoriano, con la noche como nuestra oscura acompañante, nos quedamos sin gasolina. El terror se adueño de la tripulación. Todo se salvó gracias a la valentía y al esfuerzo remero de Mariaje, lo dio todo. Hemos tenido ya alguna llamada de Orio para la temporada que viene.
Volvemos al momento actual. Hoy al mediodía hemos partido desde Formentera con rumbo a Cabrera. Las previsiones de viento se han cumplido y navegamos con un viento del Este de fuerza 3, a seis nudos de velocidad. Un viento que nos entra por la aleta de estribor y podemos seguir un cómodo rumbo  directo de 85º de compás.

Una gran tranquilidad reina en el Victoriano. Es una tranquilidad que también se mezcla con cierta melancolía. Ya se empieza a hablar de vuelos de vuelta, cambios de última hora, trabajos, horarios. La singladura va llegando casi a su fin. Nos quedan escasamente ahora unas 24 horas de mar, sol, luna, viento, tiempo… las disfrutaremos como si de un último regalo de este viaje se tratara.
Dentro de unas cuatro o cinco horas llegaremos a Cabrera. Esta mañana nos han confirmado que tenemos reserva en el Parque Natural, así que podremos quedarnos a dormir tranquilidad en una preciosa bahía cerrada a los vientos.

Ahora, a escasos veinte minutos para que se ponga el sol, nos toca disfrutar de su puesta. Un maravilloso espectáculo que ocurre cada día, pero que al que tan poco caso hacemos. Las gafas oscuras de la prisa no nos dan permiso. Hoy, sin esas gafas vamos a disfrutar del lento adiós de este astro, de este casi padre de la madre tierra.

Cierre del cuaderno de bitácora cuando son las 19:30 UTC.

VERANO AZUL EN FORMENTERA


14 de mayo de 2012
Es una idea que no pareció agradar a la persona que nos vino  a despertar a las 06:30 de la mañana a decirnos que nos fuéramos. A gritos de “volveremos” abandonamos el puerto de La Sabina gobernados en la maniobra por Iñaki y Mariaje, y nos dirigimos a un fondeo cerca de la bocana, pero fuera de las señales que balizan la entrada al puerto.
Horas después nos fuimos desperezando junto a un rico desayuno. La propuesta era la de visitar la isla.

Javi, Bea, Pacho, Kiko, Tito, Desi y Piraña, las bicis, el verano, el sol, sonrisas, libertad juvenil… así casi casi nos hemos llegado a encontrar nosotros en Formentera.
El parte meteorológico no daba posibilidad de navegar a vela hasta el mediodía del día siguiente, así que cambiamos el mar abierto y turquesa de las Pitiusas por el serpenteaste asfalto de la isla.
Alquilamos unas pequeñas motos en La Sabina, cuatro para cinco, y comenzamos un recorrido por la pequeña isla de Formentera que nos llevó de punta a punta, de faro a faro, de acantilado a la playa. La isla pequeña, unos veinte kilómetros de cabo a cala. El paseo fue divertidísimo, sobre todo para el que suscribe, que no había montado nunca en moto, por lo que esta una experiencia doblemente estimulante.

Descubrimos una isla preciosa, llena de rincones arenosos bañados por las turquesas. Una isla cálida, tranquila, muy tranquila, que invita a perderse en ella para encontrarse uno mismo dentro de este pequeño mundo abierto al mar por los cuatro costados. La isla respira sal, mar, luz y salitre. Un montón de salinas están situadas a su largo y ancho.

Acabamos por la tarde en una de las calas situadas en su extremo noroeste. El atardecer se asomaba limpio en el horizonte… lástima. Esta vez no nos quedamos a verlo… lástima. La falta de las chaqueticas con las que toda navarrica y navarrico de pro tiene que salir a la calle, y más en verano, nos privó de este inmenso placer. La tarde era un tanto fría, y la vuelta al puerto de La Sabina fue fresca… bastante fresca.
Vuelta al barco. Desembarco para cenar del retén de tierra y guardia en el Victoriano del marinero del alba. No hubo sorpresas y la tripulación volvió antes de las doce campanadas, sin haber perdido ninguna chancleta de cristal. Mañana hacia el Parque Natural de la Isla de Cabrera, penúltimo fondeadero de nuestra bella singladura.

Cierre del cuaderno de bitácora cuando son las 23:00 UTC.

martes, 15 de mayo de 2012

LAS PITISAS NOS SALUDAN

13 de mayo de 2012

Hace más de 24 horas que estas preciosas islas de Las Pitiusas nos han acogido. Ayer día 13 de mayo partimos a las 15:00 horas local desde Altea con rumbo hacia Formentera. Las condiciones climatológicas eran ideales para acometer las 70 millas que teníamos por delante. Un viento Sur fuerza 5, que superaba las previsiones mas halagüeñas, nos empujaba por la amura de estribor otorgándonos una velocidad de ocho nudos. La ola, que también vino a ayudarnos, nos recogía por el mismo punto y nos hacía surfear cuando descendíamos llegando a picos de más de nueve nudos. Sol sahariano presente toda la mañana, que si bien en tierra se hacía un tanto insoportable, en el mar y junto con el viento, resultaba de lo más acogedor.

En cuanto a la tripulación, más de un 50% de esta se veía afectada por los efectos del ron Liberación de la noche anterior. Así en cuanto salimos de puerto, y tras los momentos “tu me das cremita yo te doy cremita”, momentos que tanto bien han hecho a lo masculino para reconciliarse con la sexualidad intragénero, se desparramaron por cubierta. Después de la sensación de no viento, la tarde se presentaba felizmente ventosa.

Nuevamente Mordor hizo su aparición. Está claro que quiere continuar el viaje a bordo del Victoriano hasta el final. Apareció no sabemos de donde, más sonriente y enérgico que nunca y nuevamente la víctima escogida fue Mariaje. Desapareció así en el camarote hasta la arribada a Formentera.

La tarde siguió a la noche. El viento comenzó a rolar y se nos fue colocando a proa. Decidimos conectar el motor. Quedaban unas 20 millas para nuestro destino. A lo lejos, primero por la amura de babor, rayos intercalados iban apareciendo por el horizonte. Lejanos, como si de un espectáculo pirotécnico se tratase, fueron proporcionando a la tripulación unos mágicos momentos.

El viento varió. Primero roló, a Norte, Sur, SurEste, y otra vez al Norte… parecía un tanto loco, y de tan loco que parecía, cuando volvió a quedarse alojado en nuestra proa, pero esta vez más violento. Rachas de más de 26 nudos nos hacían frenar en nuestro avance. La tormenta se colocó a nuestra proa y parecía que íbamos rumbo a las Tierras Oscuras de Mordor.

No voy a continuar un relato que parece escalofriante, ya que no lo fue tanto. Con sueño y frío decidimos entrar en el Puerto de la Sabina en Formentera, evitando así un fondeo bailao. Arribamos a eso de las 01:00 hora local. Nadie nos recibió ni por radio ni en el amarre en Formentera Mar. Así, que haciendo un guiño al movimiento ocupa, amarramos a uno de los muelles que vimos libre. Y plácidamente nos echamos a dormir.

Cierre del cuaderno de bitácora cuando son las 01:00 UTC.

lunes, 14 de mayo de 2012

ATRAPADOS EN EL NO VIENTO

12 de mayo de 2012

Son las 20:00 horas en el reloj de bitácora del barco. Navegamos frente a un cuadro dibujado por altas agujas cuadradas que apelotonadas y saliendo violentas del suelo intentan ganar en altura a las suaves montañas de su alrededor. Es la ciudad de Benidorm, de tierra de Babel, de dinero, de sangría, de castañuela y de olé.



Todavía nos queda más de una hora de navegación hasta llegar a nuestra siguiente singladura, Altea. Esta mañana durante el desayuno hemos estado valorando la ruta a seguir. El no viento se ha instalado en nuestras intenciones de dar el salto desde la península a Baleares. Nuestra idea es atrapar vientos de levante cercanos a la costa para poder avanzar hacia el norte a vela, esperando con ello la aparición de suspiros de Eolo, Eros para Mariaje, que nos sean favorables por la mañana.
De momento las previsiones esperadas no se han cumplido. El sordo ronroneo del motor nos acompaña desde nuestra salida del Puerto Deportivo de Santa Pola, como si de un tripulante molesto se tratara.

Nuestra huella ecológica en este viaje está siendo importante por la cantidad de combustible que estamos utilizando. No era en ningún caso lo deseado, pero la mala gestión que de nuestro bien más preciado, el viento, está haciendo Eolo, nos obliga a seguir utilizando la materia contaminante y molesta.
Nuevos cambios acontecen en la tripulación. Ayer se incorporó nuevamente uno de los Javis, que vía París, Madrid, Santa Pola, llegó ayer sobre las 01:00 horas al barco. A su vez a su misma hora dijimos hasta pronto a Jon y Ernesto, que regresaban a Pamplona. Bonitos han sido los ratos vividos con esta pareja de marinos. Agradable su compañía. Esperamos volver a coincidir en futuras singladuras.

El otro Javi cumplió ayer los años. Para celebrarlo nos pasamos por la lonja de pescadores y nos hicimos con un par de colas de merluza y una ingente cantidad de gambas. Con buen humor lo preparamos todo a bordo del Victoriano y dimos cuenta de estos frutos del mar y de la tierra, estos últimos en forma de dos botellas de vino blanco.

La tripulación desembarcó con la promesa al marino que quedó de guardia en el Victoriano, que no pasarían de la primera cantina del puerto… obviamente esta promesa no se cumplió, aunque tampoco se desató la furia del mar en tierra, y pudieron regresar sanos y sana nuevamente al barco.

El sol ya se ha puesto tras la costa. El mar está como le gusta a Mariaje, un pelín agitado pero no revuelto. La velas ya están recogidas y poco a poco vamos tomando el rumbo hacia la enfilación de la entrada del puerto de Altea. La tranquilidad reina a bordo mientras vemos un bonito atardecer. Todo parece ralentizado, y hasta a el sol parece hoy que le está costando un poco más. Hasta mañana sol.

Cierre del cuaderno de bitácora cuando son las 19:00 UTC.

sábado, 12 de mayo de 2012

SIEMPRE HAY TIEMPO PARA UN BUEN LIBRO

La lectura siempre está presente en esos momentos de reflexión personal que nos brinda la vida a bordo. Nuestro almirante en jefe Iñaki, hace acopio de buenas intenciones y prepara uno de esos entrañables, emotivos y tranquilos momentos donde se despereza el alma y una cálida aura monástica envuelve a todo lector.



Son las 02:00 horas HRB, y de momento, a bordo del Victoriano, seguimos esperando a Iñaki para acompañarlo en esa lectura acompasada de textos neocatecumenales.




Ya son las 03:30 horas en el reloj de bitácora. Solamente podemos referirnos a una frase memorable que suele recordar Iñaki al resto de la tripulación:
"la mentira solo engaña a uno mismo".
Y yo solamente añado otra: "alea jacta est" o sea se, "la suerte está echada, solo Dios puede salvar Altea de estas ordas desemfrenadas"





MOMENTOS DE TENSIÓN

No todo en la travesia han sido momentos dulces y tranquilos. Aquí os dejamos uno de estos momentos de tensión vividos en el Victoriano. Ha habido muchos más, pero no es cuestión de asustar al personal.
Es importante comprobar in situ, la sangre fría y el valor derrochado por los y las tripulantes cuando las cosas no pintan tan bien.