Acabamos de llegar a Mallorca, esta singladura llega a su fin.
No tengo tiempo ahora de redactar el día de hoy, lo haré más adelante.
Tengo fotos y videos por colgar, lo haré en los dias posteriores cuando tenga algo más de tiempo.
De momento y como punto y aparte os dejo este cuento. Lo escribí hace unos años, pero creo que este es su sitio.
EL RAYO VERDE
De
entre las montañas del oeste, aquellas que todas las tardes acogen dentro de si
al sol, que ya cansado después de todo un día irradiando su voz y su fuerza se
retira a descansar, de entre sus picos más altos y sus collados más curvos, de entre
sus riscos, lomas, crestas y mar de piedras lajadas, … , de entre ellas y
solamente de ellas surge la luz del rayo verde.
Cuenta
una antigua leyenda, tan antigua que hasta la voz de la persona que la narra,
suena a vieja, que el rayo verde es la última luz que el sol, en el último
instante en el que se esconde detrás del horizonte, en ese instante en el que
la luz y la sombra se funden en un elemento innombrable, en el que el día pasa
por un estado instantáneo e impronunciable a ser noche, en ese espacio de
tiempo que de tan corto y breve no da tiempo ni a ponerle un nombre, es cuando
aparece el rayo verde.
Dicen,
que ese rayo, es la manifestación de la esperanza en un estado físico pero
etéreo, es el símbolo de lo que todos y todas creemos en lo más hondo de
nuestro ser que lo que no puede ser será, que lo imposible cobra vida, y que la
vida supera a lo imposible.
Dicen,
que si una vez, solamente una vez llegas a ver ese rayo verde, el más hondo
deseo que celosamente guardamos en nuestro yo cobrará vida, y que al cobrar
vida, tu estado más íntimo pasa a ser la locura creada que te transporta a la
felicidad.
Dicen,
que tus ojos, sean del color que sean, al impregnarse de ese verde infinito, al
contemplar aunque solamente sea en ese infinitesimal instante el rayo de los
rayos del sol, se vuelven de un color verde tan intenso que al mirar al mundo y
a las personas, transmiten a todos los seres mirados, paz, sosiego, calma,
pasión, vida y energía en estado puro.
Y
dicen, que aquella persona que haya visto el rayo verde, que haya contemplado
por una sola vez, por un solo espacio de tiempo breve e incompleto ese
maravilloso y extraño rayo de sol, no vivirá a partir de aquel día más que para
contar aquello que vio, para transmitir a todo ser que conozca la experiencia
vivida, y para transmitir, como dicen los antiguos, el más puro deseo de que
aquellas personas que escuchen la historia del rayo verde, solamente vivan para
poder llegar a ver, en ese instante tan breve que de tan breve no tiene ni
nombre, el rayo verde.