Al final la arribada al puerto de nuestra singladura ha sido un cúmulo de sonrisas. Después del Vómito Eguna, entre el domingo y el lunes, hoy martes se ha recobrado la alegría en el barco.
La llegada ayer al pequeño puerto de El Sebo en la simpática isla de La Graciosa fue, marineramente hablando impecable.
No teníamos todo con nosotros/as. El almirante en jefe Iñaki, no paraba de vomitar, de arrastrarse por la borda como un gusano. Clemencia pedía a Neptuno. Al final el dios del mar fue clemente y así pudimos recuperar a nuestra brújula humana, nuestra rosa de los vientos, nuestra estrella polar, … al capitán Iñaki Sparrow.
Tarde tranquila, dulce, calmada, un excelente bálsamo para la maltrecha tripulación del Victoriano. Tan maltrecha que una componente de la tripulación, Luz, estaba pensando en abandonar la singladura. Luz casi se había fundido la noche anterior. Su luminosidad se había quedado oscurecida entre las altas y violentas olas de la noche anterior. No sabíamos si podría salir del lado oscuro y aproximarse a la fuerza. El resto, para celebrar el seguro y placentero contacto con la tierra, y tras refrescar y perfumar cada uno y una su cuerpo, tan bien como pudo, partieron entre risas a la búsqueda de una cantina. Un lugar donde saciar el apetito y remojar el gaznate.
La vuelta fue por escalas. Cuatro llegaron a hora golfa, no diré los nombres ya que como sabéis “lo que pasa en el barco no sale del barco” … pero podéis imaginar quienes, y hacer una porra.
El barco está gobernado en estos momentos por la espirante a capitana Mariaje. Dice que pasa de seguir vomitando y que nos puede llevar al fin del mundo. Esto último no nos sorprende tras un número intermitentes de guiñadas, que ahora nos hace mirar al norte, luego al oeste, y al finaleste … hay dios mio donde pararemos.
Y ahora quedan días por delante. Cuatro atardeceres. Cuatro amaneceres. Cuatro noches … nunca el número cuatro sonó mejor.
Las previsiones meteorológicas son buenas, ahora mismo un tímido sol, comienza a descender por la aleta de babor. Viento del NW fuerza 3, algo frio, pero limpio y cargado de libertad. Las guardias ya están hechas. Ahora toca estar atentos y atentas a los grandes barcos que navegan por estas costas. Al final Luz abandono el barco. Desde aquí te mandamos un montón de salados besos, esperamos que otro viaje nos encuentre. Hasta pronto.
Cierre del cuaderno de bitácora cuando son las 20:15 UTC.
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